El embalaje industrial tiene como objetivo proteger un producto o conjunto de productos durante su manipulación, transporte y almacenamiento desde su producción hasta el cliente final.
Un buen embalaje industrial cumple una función estratégica. Para conseguir un embalaje óptimo, no solo hay que pensar en la protección de su contenido, sino también en la búsqueda de la eficiencia en la logística, el transporte, el manejo en almacén e in-house del cliente. Además, debe reducir costes al estar adaptado al producto y ocupar menos espacio. El embalaje tiene que ser respetuoso con el medio ambiente (ya sea reciclado o reutilizable) y homologado si es mercancía peligrosa o contiene un producto con una normativa específica.
Funciones del embalaje industrial:
- Proteger
La mercancía siempre se debe mantener en óptimas condiciones en todos sus procesos de manipulación, transporte y almacenamiento. - Contener
El embalaje tiene que adaptarse al producto para contenerlo de forma eficiente y eficaz, garantizando la conservación que el producto necesita. - Comunicar
La forma y el material en el que se embala cada producto se transforma en un canal de comunicación, por lo que una presentación adecuada de la marca hará que se transmita correctamente la imagen corporativa. - Informar
Existen normas de etiquetado e información del producto que se tienen que cumplir, como por ejemplo en el caso de las mercancías peligrosas, alimentos refrigerados, etc. - Reciclar
Cada día más se valora positivamente que el embalaje sea respetuoso con el medio ambiente, promoviendo materiales 100% reciclables como el cartón. - Homologar
El embalaje industrial debe cumplir una normativa muy exigente, dependiendo del tipo de producto que transporte. El departamento de ingeniería debe diseñar y fabricar productos que puedan ser homologados oficialmente.
Materiales más usados
- Cartón.
- Polipropileno.
- Espumas.
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